miércoles, 24 de junio de 2015

Construyen viviendas con polvo de llantas

Un proyecto de la Universidad Autónoma de Tamaulipas pretende emplear llantas en desuso para fabricar bloques de tierra comprimido y utilizarlos como materia prima en la industria de la construcción.

El líder de la investigación, Rubén Salvador Roux, explicó que para fabricar un bloque de tierra comprimido se hizo una mezcla que contiene 60 por ciento de arcilla y 40 de arena, pero él utilizó una composición diferente, puesto que disminuyó cuatro unidades el porcentaje de arena y lo sustituyó con el polvo de llanta, y después unirlos únicamente con cemento y cal.

Los bloques de tierra comprimido de 28 centímetros de largo por 10 de ancho lograron la resistencia necesaria para fungir como muro de carga, además de una durabilidad mayor a los ladrillos tradicionales o bloques, de este modo se podrá utilizar tanto en zonas secas como húmedas, cuyo propósito será la fabricación de viviendas de interés social con un costo menor a los construidos con ladrillo.

El investigador de la Unidad Académica de Arquitectura, Diseño y Urbanismo comentó que para adquirir el polvo de llanta recurrieron a una planta vitalizadora (empresa dedicada al mantenimiento de neumáticos), donde compraron la limadura generada después de dar mantenimiento al neumático.

Tras realizar diferentes modelos de bloques de tierra comprimido, se encontró que la mezcla ideal fue la que contenía 60 por ciento de arcilla, 39 de arena y uno de polvo de llanta. Ya que un mayor porcentaje de residuos de neumático, volvía poroso al bloque. Así, esta mezcla tiene la capacidad de soportar hasta 73 kilogramos por centímetro cuadrado.

En cuanto a gastos, fabricar este tipo de materiales resultó más barato puesto que a nivel de unidad cada uno costó dos pesos a diferencia del bloque o ladrillo cuyo precio es tres veces mayor.

Una vez que se encontró la fórmula para obtener los mejores bloques, se llevó el experimento fuera del laboratorio, y se construyó en la facultad de arquitectura una vivienda de dos pisos de 78 metros cuadrados, dónde se utilizaron 12 mil unidades que fueron pegados con mortero de cal y arena.

Salvador Roux agregó que comprobaron la ventaja de construir una casa con bloques de tierra comprimido, al percatarse que el material regula la temperatura porque absorbe la humedad y la libera para refrescar la vivienda, o mantener el calor, ya que por el grueso del ladrillo (14 centímetros) el frío no traspasa la vivienda. Con esto se busca disminuir el gasto económico por el uso de sistemas de aire acondicionado recurrente en la zona costera.

Una particularidad de los bloques de tierra comprimido es que si uno llegara a romperse, no representa una pérdida, sino que debe destruirse por completo para volver a fabricarse, a diferencia de los bloques o ladrillos regulares que si se fragmentan se vuelven inservibles.

Además de la vivienda se construyeron ocho muros con forma octagonal que emplearon mil bloques de tierra con el propósito de evaluar la resistencia a la temperatura y a las lluvias. Para su fabricación se usaron 250 kilogramos de polvo de llanta, relató el arquitecto, quién recibió el apoyo del Fondo Mixto del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y el gobierno de Tamaulipas para llevar a cabo este proyecto.(Agencia ID)

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